Situado en el valle del río Bayas, es un municipio de orografía suave formado por pequeños cerros. Su actividad principal ha sido la agricultura, aunque hoy en día se combina con la actividad industrial.

Igay, Manzanos, Mélledes, Quintanilla de la Ribera, Ribaguda y Ribabellosa. Estos poblados junto con Salcedo formaban la agrupación conocida como «las siete villas» integrada dentro de la Hermandad de Ribera.

Ribabellosa fue testigo en 1463 de las reuniones celebradas por parte de los procuradores de las Hermandades con el fin de elaborar las Ordenanzas que regularon la vida civil, jurídica y penal de Álava durante aproximadamente 400 años.

Ribabellosa, es cabecera del municipio, donde se encuentra, la sede de la Cuadrilla de Añana y la mayoría de los servicios.

En su casco urbano destacan la iglesia parroquial del s. XV dedicada a Nª Sra. del Rosario y la casa Palacio de Sáez de Santamaría, que cuenta con la inscripción «Credo in unum Deum».

El municipio, mantiene un hábitat característico de los valles alaveses de pequeños núcleos de población dispersos.  Uno de estos núcleos, es Quintanilla de la Ribera, que situado en un alto, domina amplias vistas del valle que baña el Bayas y el Zadorra, hasta encontrarse con el río Ebro.

Quintanillas ha llevado a cabo un ambicioso proyecto de puesta de en valor y dinamización de su patrimonio arquitectónico, en donde destaca la reconversión de su iglesia en un Espacio Cultural-Quintanilla Kulturgunea.

Esta metamorfosis ha supuesto un giro en esta bella construcción del siglo XVI levantada para honrar a San Esteban y que terminó abandonada con los años. La tenacidad e insistencia de los vecinos ha logrado poner freno al deterioro de su iglesia, consiguiendo dotar al edificio de un nuevo dinamismo transformado en un singular espacio cultural con conciertos, ciclos de conferencias, talleres y otros diversos usos. El edificio que fue cedido por el Obispado al pueblo, está declarado Bien Cultural con Categoría de Monumento.