La fase de proposición de ideas ya está abierta y finaliza el 26 de abril.
Una de las claves de las instituciones, como la Diputación Foral de Álava, es ampliar las oportunidades de participar a la ciudadanía y a la sociedad organizada en asociaciones y colectivos, para afrontar conjuntamente los retos de futuro que como territorio se quiere lograr.
Un proceso, una nueva estrategia
Los presupuestos participativos son una nueva herramienta de democracia participativa, directa y deliberativa, a través de la cual la ciudadanía pueda ejercer su derecho a participar en el diseño, decisión, ejecución y seguimiento de las políticas públicas.
Esta herramienta, y también su propia decisión estratégica, tiene sentido en la medida que son las y los propios ciudadanos los receptores y beneficiarios de las consecuencias de estos retos de futuro que el territorio pueda poner en marcha.
Precisamente por ello, es clave que sea la propia ciudadanía quien pueda realizar propuestas y acciones, para que éstas reciban los recursos adecuados para hacerlos realidad.
De la novedad al compromiso
Con esta decisión, la Diputación Foral de Álava da un paso más: no es únicamente una novedad en su forma de proceder sino sobre todo une su voluntad al compromiso de aquellos agentes que tenían y tienen la intención de realizar propuestas concretas dentro de su ámbito de actuación, temático, cercano a su territorio y sobre todo de mejora global.
Este nuevo paso toma una dirección clara: ahora puedes proponer, ejecutar y gestionar aquellas propuestas que puedan incidir en beneficio de sus conciudadanos. Hablamos de compromiso y hablamos de viabilidad.
Y por otro lado un aspecto más que incide sobre esta herramienta participativa: el proceso. Este proceso además va a promover la votación popular para ejecutar aquellas propuestas que sean seleccionadas entre la ciudadanía
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